INTRODUCCIÓN PERSONAL

La fotografía desde que recuerdo ha estado presente en mi vida, desde muy joven pude disfrutar y acompañar el hobby de mi abuelo, el cual se dedicaba a capturar  e inmortalizar momentos de la infancia de mi hermana y la mía, lo cual siempre me fascino y literalmente capturó mi atención.



Con el paso de los años me fui familiarizando con aquellas maquinas del tiempo a tal punto que ya en el comienzo de mi adolescencia supe que quería dedicar mi vida a este arte.

Y así, como toda fotógrafa aficionada no tardo mucho en llegar a mis manos una reflex, la Nikon D60 y su objetivo de pack (18-105 mm). Lo recuerdo perfectamente, recuerdo su calidad que defirió de las demás cámaras compactas que había utilizado hasta el momento y su variedad de control, la velocidad de obturación y la apertura del diafragma, fueron conceptos totalmente nuevos que fui estudiando y paso a paso entendiendo.

Sin embargo, al cabo de unos años mi interés por la fotografía se fue desvaneciendo y llevar la cámara a todos lugares y siempre conmigo para capturar momentos únicos ya no me incentivaba y simplemente empezó a ser aparatoso, lo que antes consideraba fundamental e imprescindible (siempre tener una cámara a mano) paso a ser secundario y poco a poco la cámara paso a residir permanentemente en la estantería.


No obstante, mi pasión por la fotografía no había quedado extinta por lo que después de un corto periodo de distanciamiento, nuestros caminos volvieron a cruzarse. Tras haber prestado al profesor de fotografía de mi hermana la cámara (Nikon D60), la cual nunca  volví a recuperar, puesto que había puesto un flash de canon incompatible quemándose el flash y rompiendo la cámara.

Por lo que volví a descubrir mi motivación junto a una nueva cámara, la Canon 550 D (18-135mm), esta vez influenciada por la fotografía y filmación de deporte, concretamente el surf y el skate, para lo cual esta cámara de gama media era mas que adecuada en ambos terrenos de la imagen, no exigía un presupuesto tan alto como las otras cámaras de gamas superiores y su calidad en vídeo como en foto era perfecta para empezar a reintroducirme en la fotografía.

Recapitulando, mi relación con la fotografía ha sido paulatina pero siempre de una manera u otra he vuelto a ella.

Así pues, mas tarde se me ofrecieron varias oportunidades de trabajo en el sector de la fotografía.

Primero, como fotógrafa turística en hoteles, lo cual al principio no me entusiasmo mucho al tener un fin mas comercial que artístico pero mas tarde me aporto un conocimiento fotográfico enorme que no había adquirido hasta el momento, tanto en profesionalidad como en madurez laboral. Fue una experiencia inolvidable, a parte de las nuevas amistades, de descubrir  la vida laboral y aprender a trabajar, fue denotativo que  determino que me decantara absolutamente por este arte.

Luego, volví a estudiar y  otra vez a trabajar en este sector como fotógrafa turística pero en barcos de excursiones para ver cetáceos y la fauna marina canaria, lo cual me hizo acercarme a la fotografía marina y salvaje.

Finalmente, espero algún día dedicarme a la fotografía, en especial el fotoperiodismo puesto que todavía no me he decido por un genero especifico fotográfico, por la difícil elección entre tanta variedad, puesto que el fotoperiodismo abarca un poco de todo.
Es así como mi vida ha estado siempre relacionada con el arte de la fotografía, por lo que este año al ver que se impartían otra vez las clases de fotografía, sin dudar escogí esta asignatura.









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